Maquilladora profesional con mucha experiencia en el sector.
Con estudios de maquillaje en una reconocida escuela.
Habilidades creativas, artísticas y para el diseño.
Capacidad para hacer un trabajo de mucho detalle.
Buenas habilidades para las relaciones personales, como tacto, diplomacia y paciencia.
Confianza y capacidad para trabajar bien bajo presión.
Ser capaz de trabajar formando parte de un equipo.
Conocimiento de las diferentes técnicas de maquillaje.