Soy alguien que aprendió a creer en sí misma y me di cuenta de los grandes beneficios que eso tenía.
Creer en mí ha supuesto un cambio radical en mi vida, desde pensar que necesitaba depender de alguien externo a mí para obtener la vida que deseaba, a pensar que soy yo la que es capaz de proporcionarme esa vida con la que sueño.
Entendí que la única diferencia de tener una vida a expensas de los deseos de los demás a otra en la que soy yo la que siento que me esfuerzo para que cada día sea diferente y mejor al otro, era sanar mi autoestima.
Creo firmemente que la autoestima no va solo de cuidarte, es un viaje interior que nunca acaba, va de conocerse, de perdonarse. Va de creer que te mereces vivir experiencias buenas y enriquecedoras. Va de creer que eres capaz de conseguir esa vida que antes, ni tan siquiera pensabas que podía ser para ti.
Cuando veo los cambios en las personas que acompaño, realmente sé que el poder está siempre dentro de cada una porque percibo sus cambios, igual que me pasó a mí. Quizás nos han dicho tantas veces que la felicidad viene de afuera que nos olvidamos que todo está en nuestro interior.
Con una sana autoestima vas a conseguir ese equilibrio que siempre sentiste que te faltó. Vas a aprender a disfrutar más de la vida, sin pensar tanto en el pasado ni en el futuro.
Con una sana autoestima vivir en el presente se convertirá en tu mejor regalo. Dejarte tranquila, sin juicios ni autoexigencias, para sentir que avanzas en tu vida, sin prisa pero sin pausa.
Si trabajas en tu autoestima, vas a poder crear la vida con la que sueñas, porque sencillamente habrás entendido que te la mereces.
Un abrazo cariñoso.
