¿Tienes que pasar unos días fuera de casa y no te puede acompañar el “peludo” (y no estoy hablando de un homínido con vellón, pelambre o guedeja)?
¿Ni familia ni amigos te pueden echar una mano?
¿Quieres que duerma calentito, le hagan mimos casi constantemente, dé largos paseos (de kilómetros, literalmente) y que no se sienta abandonado?
¿Estás leyendo esto con el tono de la tele-tienda?
Si has contestado a las 3 primeras preguntas afirmativamente y te has reído con la ida de pinza de la cuarta, ¿a qué esperas para ponerte en contacto conmigo?
Achuchones, caricias, rascadas de tripa y por detrás de las orejas, ¡a capazos!
¡Buen rollito canino asegurado!
Tengo licencia para los mal llamados PPP ;-)
¡Pregúntame por las alfombras de olfateo! ;-)