Doy cuerpo negro sobre blanco a tus ideas, a esas que no teniendo tiempo de escribir o dudando cómo escribirlas, dejas aparcada una y otra vez. Ese discurso que tienes que dar y no sabes cómo empezar o cómo acabar. Esa conferencia que se resiste a ser escrita aunque las ideas se agolpan en su cabeza; y sobre todo, a esos contenidos que definen tu empresa y los servicios que prestas.