Experiencia en el campo de la psicología con niños y adultos. Intervenciones con familias y parejas.
Experiencia en terapia sistémica y cognitivo-conductual, así como en la aplicación de diversas técnicas.
Muchas ganas de adquirir experiencia y mucho interés por las personas y la psicología.
Alta capacidad de trabajo y esfuerzo.