Acompaño a las personas a potenciar sus capacidades y habilidades para gestionar de forma adaptativa su mundo emocional. La persona aprende el arte de gestionar sus emociones de manera que su energía afectiva (emociones y sentimientos) le sirva para mejorar como persona, para aumentar la calidad de sus relaciones y para mejorar el mundo en que vivimos, construyéndolo más equilibrado, más armónico y más solidario. Cuando mejora la persona emocionalmente todo lo que le rodea evoluciona.